Soy Isabel, fui yo la que inauguró el blog de IDI contando nuestros orígenes, ahora me toca el turno de nuevo, esta vez para hablar de algo más técnico y lo que realmente me apasiona, la odontología.
El mes de diciembre siempre viene ligado a la Navidad y ésta, aparte del significado religioso que tiene para muchos también se asocia a comidas/cenas de trabajo, amigos, familia…
Siempre es un buen momento para ponernos guapos y vernos mejor, pero en estas fechas tan señaladas con numerosos eventos sociales parece que apetece más verse bien e incluso más atractivo. Al hilo de esto voy a hablaros del Blanqueamiento Dental, un tratamiento estético cada vez más demandado por nuestros pacientes. Quizá entre los motivos del auge de los blanqueamientos es la acrecentada preocupación por la imagen en la sociedad actual.
Reflexionado a cerca de la importancia de la imagen, nos damos cuenta de que es lo primero que trasmitimos a los desconocidos y en concreto la sonrisa es una de las cosas en las que primero nos solemos fijar cuando conocemos a una persona. Una sonrisa bonita puede abrirnos muchas puertas hoy en día, sobre todo en el campo profesional, en trabajos de cara al público.
Dicho esto, me gustaría empezar contando brevemente los tipos de blanqueamiento que hay en el mercado y finalmente resolveré las dudas más frecuentes acerca de este procedimiento.
El blanqueamiento dental es el aclaramiento del diente mediante un producto que en este caso es el peróxido de hidrógeno o de carbamida. Existen dos tipos de blaqueamientos: El clínico (lo realizamos en la clínica colocando el producto a alta concentración en contacto con la superficie dental y lo activamos mediante luz ultravioleta que hace que el aclaramiento se produzca de forma más rápida y con menos sensibilidad) y el ambulatorio (el paciente lo puede hacer en casa mediante una previa realización de unas férulas hechas a medida y la entrega del producto correspondiente que el paciente debe colocarse en casa, en este caso el resultado se consigue de forma más gradual y produce en la mayor parte de los casos más sensibilidad).
Tras numerosos estudios se ha comprobado que la eficacia máxima se consigue combinando los dos tipos, es por ello que en nuestra clínica aplicamos el de clínica y posteriormente el ambulatorio dentro del mismo precio para conseguir un resultado mejor.
A continuación voy a resolver las dudas más frecuentes:
¿Daña los dientes el blanqueamiento?
La respuesta es NO, está muy extendida hoy día la creencia de que erosionan los dientes y no es cierto. El producto que se usa en la actualidad, lo que produce es un aclaramiento del diente atravesando los túbulos dentinarios. Es el mismo mecanismo por el que una sustancia como el café tiñe los dientes. Sabemos que los colorantes tiñen los dientes sin embargo no los erosionan. Su efecto es reversible, por lo tanto si no realizamos un recuerdo cada cierto tiempo los dientes vuelven al estado original.
¿Es para toda la vida?
No, cada cierto tiempo requiere un tratamiento de recuerdo mucho menos costoso que el tratamiento inicial para mantener la tonalidad. La frecuencia con la que se debe hacer depende de muchos factores como la edad, grosor de las capas del diente, alimentación y hábitos como fumar…Unos pacientes precisarán un recuerdo al año y otros sin embargo a los 2-3 o incluso 5 años.
¿Funcionan las pastas de dientes que se anuncian como blanqueantes?
Ayudan, pero sólo las que llevan peróxido de carbamida o de hidrógeno, aunque la concentración permitida por ley para uso por parte de la población sin supervisión médica es mínima como para poder ser efectiva y conseguir resultados satisfactorios por parte del paciente.
¿Funcionan los productos vendidos por internet/farmacia?
No, y la respuesta es parecida a la de la pregunta anterior. Puede que algunos lleven el principio activo eficaz para producir el aclaramiento del diente, sin embargo es imposible la venta de una concentración suficientemente alta como para ser eficaz sin supervisión médica. Además de que muchos productos llevan férulas estándar para el paciente que no se hacen individualizadas como en las clínicas dentales, que no favorecen el contacto íntimo del producto con la superficie dental aumentado su capacidad de aclaramiento.
¿Tendré sensibilidad?
Depende de cada paciente aunque es bastante frecuente experimentarla. Lo positivo es que esa sensibilidad es reversible y desaparece progresivamente una vez finalizado el tratamiento.
¿Podre comer de todo y fumar?
Poder se puede, si bien es cierto que si queremos que sea todo lo eficaz que puede ser, debemos evitar el tiempo que dure el tratamiento, fumar y comer todo tipo de alimentos que puedan disminuir el aclaramiento. Un ejemplo de ellos es el vino tinto, café, té, lombarda, algunas salsas… En realidad tampoco es tanto sacrificio teniendo en cuenta que la duración del tratamiento no es tan grande, jeje.