Hola! Soy Sara, odontopediatra de IDI y hoy os voy a responder a una de las preguntas que más me hacen los padres en la consulta: ¿hay que tratar las caries en los dientes de leche si se van a caer?
Existe la creencia popular de que tener caries en los dientes de leche no es nada importante ya que estos se acabarán cayendo siendo sustituidos por los dientes definitivos. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. El recambio dentario comienza a los 6 años aproximadamente y termina cerca de los 12 por lo que es muy importante que durante todos esos años los dientes permanezcan en buen estado con el fin de conseguir una buena salud dental y una correcta masticación, deglución y habla.
Cuando se pierde un diente temporal (de leche) de manera temprana, sus dientes “vecinos” migran hacia el espacio que ha quedado libre y lo ocupan, de manera que el diente definitivo que se encuentra debajo de la encía, cuando le toque erupcionar no podrá ya que el espacio se habrá perdido.
¿Sabéis cual es la enfermedad crónica infantil más común? La caries. Su aparición depende de varios factores entre los que encontramos: genética, dieta, frecuencia de comida, la higiene bucodental, etc.
Prevenir la caries es uno de los aspectos más importantes. Mantener una dieta rica en frutas y verduras y minimizar los hidratos de carbono es uno de los puntos clave. Los zumos de brick, el pan de molde, los dulces en general… son los grandes enemigos de nuestros dientes y el picoteo entre horas hace estragos en los dientes que se ven expuestos al azúcar casi todas las horas del día.
Si además, la higiene bucodental de nuestros hijos es deficiente, las bacterias que causan la caries tendrán el hábitat perfecto para reproducirse. Cepillarse cada vez que comemos de manera correcta y utilizar el hilo dental por las noches nos ayudará a evitarlas.
Hasta el primer año de edad, bastará con limpiar las encías con una gasa húmeda para retirar la película que dejan los alimentos. A partir de los 2 años, los niños ya pueden usar el cepillo de dientes, eso sí, ha de ser de tamaño pequeño, con cerdas suaves y con una cantidad mínima de pasta (equivalente al tamaño de una lenteja). Los padres tendrán que ayudarlos en este tarea, sobre todo con los niños de menor edad ya que no son conscientes de cómo están cepillándose.
La aplicación de flúor a nivel local y usar pastas y colutorios ricos en él es otro de los puntos clave. Este componente nos ayudará a reforzar el esmalte (capa más externa del diente) de manera que puede frenar algunas pequeñas caries activas e incluso prevenir su aparición.
Los dientes de leche tienen capas muy delgadas en comparación a los dientes definitivos por lo que el avance de la caries en ellos es mucho más rápida. Si no se tratan a tiempo pueden llegar a afectar al nervio e incluso acabar con la extracción del diente y posterior colocación de un mantenedor de espacio para que éste no se pierda.
Llegados a este punto es importante cuidar y mantener los dientes de leche hasta su exfoliación de forma natural por varios motivos que os cuento a continuación:
Los últimos estudios científicos hablan de una asociación entre fracaso escolar y alto numero de caries, ya que los dolores provocados por las caries hacen que el niño no rinda igual que si estuviese sano.
Los dientes de leche tienen una misión súper importante es la de guardar el espacio para el diente definitivo que es el importante, si el diente de leche desaparece antes de tiempo y no realizamos ningún tratamiento para mantener el espacio, se producirá una ausencia de espacio para erupción del definitivo provocando una maloclusión, que hará al niño portador de ortodoncia en un futuro.
Cualquier caries en diente de leche si se extiende hacia la totalidad del diente puede producir lesiones irreversibles en diente definitivo.
La caries en un diente de leche hace que el niño evite masticar por ese lado forzando el contralateral, pudiendo producir dolores en la articulación, hipertonía de los músculos de la región e incluso asimetrías faciales en casos más graves.
Cualquier caries prolongada en el tiempo que requiera una extracción temprana del diente de leche del sector anterior, podrá provocar problemas en la pronunciación de determinadas letras además de hábitos nocivos como la deglución atípica (de la que hablaremos algún día).
Por ello, es un gran error pensar que, puesto que algún día se le caerán los dientes de leche, no hay que preocuparse demasiado por su cuidado. Hay que llevar a los niños al odontopediatría cada 6 meses para que les revisen los dientes y así poder prevenir las posibles enfermedades.